Por fin podemos incorporar el reportaje fotográfico de la iglesia de Castrillino. Hemos esperado mucho pero la comunión de Selena, que ha tenido lugar el día 26 de mayo de 2012, es una magnífica oportunidad para hacerlo.
Este blog, idea de nuestro párroco D. Rubén, quiere ser un elemento de comunicación para todos los que de una u otra forma están relacionados con la catequesis de Villarrodrigo, Robledo, Villanueva, Canaleja y Castrillino en León. Además queremos que sea un medio para contactar con otros jóvenes, de cualquier lugar, que tengan nuestras mismas inquietudes.
domingo, 27 de mayo de 2012
Nuestras iglesias en fotos: Castrillino
sábado, 28 de abril de 2012
Via Lucis, el Camino de la Luz
Desde el Domingo de Pascua hasta el de Pentecostés transcurren cincuenta días llenos de acontecimientos inolvidables, que los cercanos a Jesús vivieron intensamente, con una gratitud y un gozo inimaginables. En los tiempos actuales, tal vez por la importancia que damos los cristianos a la Cuaresma, somos menos conscientes de lo que ha significado, significa y debe significar este tiempo posterior a la Cuaresma
El Vía Lucis es el camino no ya del Calvario, sino de la Luz, del gozo y la alegría vividos con Cristo resucitado. Vamos a dejarnos iluminar con la presencia y acción de Cristo que vive ya para siempre entre nosotros. Vamos a dejarnos llenar por el Espíritu Santo que vivifica el alma y derrame sobre nosotros el fuego llameante de su amor misericordioso, para que nos transforme en criaturas nuevas.
Un poco de historia.
Las estaciones de la Resurrección, también conocidas por su nombre latino, Via Lucis ("Camino de la Luz"), son una forma de devoción cristiana que fomenta la meditación sobre la Resurrección de Jesucristo y algunas de las apariciones de Jesús resucitado y otros episodios registrados en el Nuevo Testamento.
Las estaciones de la Resurrección complementan las Estaciones de la Cruz, o Via Crucis (el término Via Lucis intencionalmente lo recuerda), una tradicional devoción católica que conmemora la Pasión de Jesús. A diferencia de la forma tradicional de las Estaciones de la Cruz —aunque en común con la forma de revisión presentado por el papa Juan Pablo II el Viernes Santo de 1991—, todas las estaciones de la Resurrección se basan en hechos registrados en los cuatro evangelios y en los Hechos de los Apóstoles.
Al igual que con las Estaciones de la Cruz, la devoción no tiene forma fija, pero normalmente incluye para cada estación una lectura de la Escritura, una breve meditación, y una oración. Donde una serie de imágenes se utiliza para ayudar a la devoción, que tiene la forma de una procesión, con el paso de una estación a la siguiente que a veces viene acompañada por el canto de uno o más versos de un himno.
El Vía Lucis es el camino no ya del Calvario, sino de la Luz, del gozo y la alegría vividos con Cristo resucitado. Vamos a dejarnos iluminar con la presencia y acción de Cristo que vive ya para siempre entre nosotros. Vamos a dejarnos llenar por el Espíritu Santo que vivifica el alma y derrame sobre nosotros el fuego llameante de su amor misericordioso, para que nos transforme en criaturas nuevas.
Un poco de historia.
Las estaciones de la Resurrección, también conocidas por su nombre latino, Via Lucis ("Camino de la Luz"), son una forma de devoción cristiana que fomenta la meditación sobre la Resurrección de Jesucristo y algunas de las apariciones de Jesús resucitado y otros episodios registrados en el Nuevo Testamento.
Las estaciones de la Resurrección complementan las Estaciones de la Cruz, o Via Crucis (el término Via Lucis intencionalmente lo recuerda), una tradicional devoción católica que conmemora la Pasión de Jesús. A diferencia de la forma tradicional de las Estaciones de la Cruz —aunque en común con la forma de revisión presentado por el papa Juan Pablo II el Viernes Santo de 1991—, todas las estaciones de la Resurrección se basan en hechos registrados en los cuatro evangelios y en los Hechos de los Apóstoles.
Al igual que con las Estaciones de la Cruz, la devoción no tiene forma fija, pero normalmente incluye para cada estación una lectura de la Escritura, una breve meditación, y una oración. Donde una serie de imágenes se utiliza para ayudar a la devoción, que tiene la forma de una procesión, con el paso de una estación a la siguiente que a veces viene acompañada por el canto de uno o más versos de un himno.
En el verano de 1988, el Padre Sabino Palumbieri, Profesor de Antropología en la Universidad Salesiana de Roma, propuso la creación de un nuevo conjunto de las estaciones, centrado en la Resurrección y los acontecimientos posteriores de la misma, a fin de hacer hincapié en lo positivo, la esperanza de la historia cristiana que, aunque no ausentes de las Estaciones de la Cruz, está oculto por su énfasis en el sufrimiento. La primera gran celebración pública de esta devoción fue en 1990, tras lo cual ganó un mayor valor.
En diciembre de 2001, la Santa Sede promulgó un Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, donde elogió el Via Lucis.
Os dejamos una referencia de nuestros colegas de Iglesia.org por si queréis profundizar http://www.iglesia.org/articulos/via_lucis.php
Os dejamos una referencia de nuestros colegas de Iglesia.org por si queréis profundizar http://www.iglesia.org/articulos/via_lucis.php
domingo, 15 de abril de 2012
Excursión por el monte de Canaleja
El sábado día 14 de abril hicimos otra excursión de montaña, parecida a la que habíamos hecho a principios de curso; pero en esta ocasión faltaban muchos de los que habían ido a la otra, y había algunos nuevos.
Quedamos junto a la iglesia de Villanueva a las 17:30, y desde allí decidir que hacer. Llegamos más o menos todos puntuales y esperamos charlando algunos, y otros jugando con un balón a que don Ricardo acabase una misa por una persona del pueblo, que estaba a punto de cumplir los 100 años.
Cuando terminaron, montamos en los coches dirección a Canaleja. Aparcamos y estuvimos un tiempo decidiendo por donde ir. A continuación nos pusimos a caminar montaña arriba....
Así hasta que llegamos a un "monasterio" antiguo, del que ya sólo quedaban un montón de piedras, y si no te dicen lo que es no adivinas que haya sido un monasterio.
Paramos allí un buen rato, mientras nuestro guía (don Ricardo) nos explicaba toda la historia del antiguo edificio. Después seguimos el paseo hacia arriba, sin saber exactamente a donde, pero en fin ¡el caso era pasarlo bien ¿no?!
Arriba paramos frente a una muria. Don Ricardo nos explicó que una muria es un montón de piedras para separar las tierras de unos y otros propietarios. Caminamos algo más, y observamos algo parecido a las Médulas, pero en pequeño. Se visualizaban muy bien las formas que provocaba la erosión de la tierra (en los próximos días completaremos esta crónica con fotos que nos ha prometido Esther, de manera que se "visualizará" todo mucho mejor !!!!). También vimos un árbol en forma de perro, y una casa semejante a la de los enanitos.
Después de disfrutar de estas "esculturas naturales", algunos dijeron ver varios corzos. Como a algunos de los excursionistas que no los habíamos visto nos faltaba algo de fe, lanzamos algunas piedras al matorral para ver si salían de nuevo. Pero no hubo forma de que salieran y, aunque esto podría reforzar nuestra falta de fe, lo cierto es que ninguno de los que tiró piedras llegó lo suficientemente lejos.
Pocos pasos más adelante entramos en una zona algo boscosa, donde podíamos escuchar la maravillosa orquesta del viento, los árboles, ... y algunos decían que querían quedarse a dormir allí, disfrutando de la naturaleza, pero otros exigían que les fuera llevada la cama para pasar allí la noche.
Un rato más tarde don Ricardo y el "lanzador de piedras" que más lejos las enviaba, jugaron a los gatos: cogen tres o cuatro juncos cada uno, los doblan, ponen un palo corto uniéndolos, y tiran hasta que unos de los gatos se rompe; no ganó nuestro guía (ahí queda eso).
Llegamos a un alto y contamos los pueblos que se veían desde allí, en torno a dieciocho. Ese fue el punto más lejano al que llegamos, desde allí dimos la vuelta y comenzamos a bajar.
Después del bosque, como íbamos repartidos en dos grupos debido a las distintas velocidades, los que íbamos delante tuvimos que esperar. Les preguntamos donde podríamos parar para comer algo, y cuando llegamos a la conclusión de que el monasterio era la mejor opción, cada uno bajó a su ritmo buscando el mejor camino.
Llegamos al monasterio y sacamos los bocadillos, o lo que tuviese cada uno, y comimos. Al acabar algunos se pusieron a jugar al fútbol, y como ese grupo no parara de crecer, finalmente quedamos tres o cuatro personas sentadas en las ruinas del monasterio comiendo pastas.Después de un rato de juegos decidimos que ya era hora de marchar, volvimos a los coches, y cada uno a su casa.
Quedamos junto a la iglesia de Villanueva a las 17:30, y desde allí decidir que hacer. Llegamos más o menos todos puntuales y esperamos charlando algunos, y otros jugando con un balón a que don Ricardo acabase una misa por una persona del pueblo, que estaba a punto de cumplir los 100 años.
Cuando terminaron, montamos en los coches dirección a Canaleja. Aparcamos y estuvimos un tiempo decidiendo por donde ir. A continuación nos pusimos a caminar montaña arriba....
Así hasta que llegamos a un "monasterio" antiguo, del que ya sólo quedaban un montón de piedras, y si no te dicen lo que es no adivinas que haya sido un monasterio.
Paramos allí un buen rato, mientras nuestro guía (don Ricardo) nos explicaba toda la historia del antiguo edificio. Después seguimos el paseo hacia arriba, sin saber exactamente a donde, pero en fin ¡el caso era pasarlo bien ¿no?!
Arriba paramos frente a una muria. Don Ricardo nos explicó que una muria es un montón de piedras para separar las tierras de unos y otros propietarios. Caminamos algo más, y observamos algo parecido a las Médulas, pero en pequeño. Se visualizaban muy bien las formas que provocaba la erosión de la tierra (en los próximos días completaremos esta crónica con fotos que nos ha prometido Esther, de manera que se "visualizará" todo mucho mejor !!!!). También vimos un árbol en forma de perro, y una casa semejante a la de los enanitos.
Después de disfrutar de estas "esculturas naturales", algunos dijeron ver varios corzos. Como a algunos de los excursionistas que no los habíamos visto nos faltaba algo de fe, lanzamos algunas piedras al matorral para ver si salían de nuevo. Pero no hubo forma de que salieran y, aunque esto podría reforzar nuestra falta de fe, lo cierto es que ninguno de los que tiró piedras llegó lo suficientemente lejos.
Pocos pasos más adelante entramos en una zona algo boscosa, donde podíamos escuchar la maravillosa orquesta del viento, los árboles, ... y algunos decían que querían quedarse a dormir allí, disfrutando de la naturaleza, pero otros exigían que les fuera llevada la cama para pasar allí la noche.
Un rato más tarde don Ricardo y el "lanzador de piedras" que más lejos las enviaba, jugaron a los gatos: cogen tres o cuatro juncos cada uno, los doblan, ponen un palo corto uniéndolos, y tiran hasta que unos de los gatos se rompe; no ganó nuestro guía (ahí queda eso).
Llegamos a un alto y contamos los pueblos que se veían desde allí, en torno a dieciocho. Ese fue el punto más lejano al que llegamos, desde allí dimos la vuelta y comenzamos a bajar.
Después del bosque, como íbamos repartidos en dos grupos debido a las distintas velocidades, los que íbamos delante tuvimos que esperar. Les preguntamos donde podríamos parar para comer algo, y cuando llegamos a la conclusión de que el monasterio era la mejor opción, cada uno bajó a su ritmo buscando el mejor camino.
Llegamos al monasterio y sacamos los bocadillos, o lo que tuviese cada uno, y comimos. Al acabar algunos se pusieron a jugar al fútbol, y como ese grupo no parara de crecer, finalmente quedamos tres o cuatro personas sentadas en las ruinas del monasterio comiendo pastas.Después de un rato de juegos decidimos que ya era hora de marchar, volvimos a los coches, y cada uno a su casa.
Nos lo habíamos pasado muy bien, a pesar de que la tarde había sido algo fría.
(@ de nuestra redactora María)
sábado, 10 de marzo de 2012
Programación especial de Cuaresma y Semana Santa
En las tablas que se adjuntan está detallada la programación para Cuaresma y Semana Santa. Entrando en el apartado Cuaresma del blog, encontraréis numerosas entradas con aspectos significativos de estas fechas para nuestra comunidad.
Y por último las actividades previstas para los cuatro principales días de la Semana Santa:
Y por último las actividades previstas para los cuatro principales días de la Semana Santa:
Día del Seminario 2012

En esta línea, en la catequesis de ayer viernes día 9, tuvimos la oportunidad de trabajar con todos los niños sobre el significado de este día, y sobre las actividades que con motivo del mismo vamos a celebrar.
Don Ricardo, en la reunión de final de día que hace con los catequistas, nos presentó un vídeo que nos parece sencillo, interesante y actual, y que por tanto incluimos en nuestro blog.
Cuarenta días de preparación para la Pascua
- Siendo hijos de Dios en plenitud (BAUTISMO)
- Pasando del hombre viejo al nuevo (PENITENCIA)
- Pasando de la cultura del consumo y de la muerte a la cultura del amor, la SOLIDARIDAD, la vida.



Mensaje del Papa para la Cuaresma 2012
«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hb 10, 24)
La Cuaresma nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. Este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario.
La Cuaresma nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. Este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario.
1. “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano.
Fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. Con frecuencia prevalece la actitud contraria: la indiferencia o el desinterés, que nacen del egoísmo, encubierto bajo la apariencia del respeto por la «esfera privada».
La cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es «bueno y hace el bien» (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión
La Sagrada Escritura nos pone en guardia ante el peligro de tener el corazón endurecido por una especie de «anestesia espiritual» que nos deja ciegos ante los sufrimientos de los demás. Las parábolas del buen Samaritano y el rico Epulón nos ayudan de mirar con amor y compasión. «El justo reconoce los derechos del pobre, el malvado es incapaz de conocerlos» (Pr 29,7).
El «fijarse» en el hermano comprende además la solicitud por su bien espiritual. Y aquí deseo recordar la corrección fraterna con vistas a la salvación eterna. Hoy somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto a la responsabilidad espiritual para con los hermanos. Cristo mismo nos manda reprender al hermano que está cometiendo un pecado (cf. Mt 18,15). Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por simple comodidad, se adecúan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la verdad y no siguen el camino del bien. Sin embargo, lo que anima la reprensión cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del hermano.
Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone (cf. Lc 22,61), como ha hecho y hace Dios con cada uno de nosotros.
2. “Los unos en los otros”: el don de la reciprocidad.
2. “Los unos en los otros”: el don de la reciprocidad.
Esta corrección y exhortación mutua, con espíritu de humildad y de caridad, debe formar parte de la vida de la comunidad cristiana.
Los discípulos del Señor, unidos a Cristo mediante la Eucaristía, viven en una comunión que los vincula los unos a los otros como miembros de un solo cuerpo. Nuestra existencia está relacionada con la de los demás, tanto en el bien como en el mal. La comunidad no cesa de hacer penitencia y de invocar perdón por los pecados de sus hijos, pero al mismo tiempo se alegra, y continuamente se llena de júbilo por los testimonios de virtud y de caridad, que se multiplican. La caridad para con los hermanos, una de cuyas expresiones es la limosna —una típica práctica cuaresmal junto con la oración y el ayuno—, radica en esta pertenencia común.
3. “Para estímulo de la caridad y las buenas obras”: caminar juntos en la santidad.
La atención recíproca tiene como finalidad animarse mutuamente a un amor efectivo cada vez mayor, «como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día» (Pr 4,18), en espera de vivir el día sin ocaso en Dios. El tiempo que se nos ha dado en nuestra vida es precioso para descubrir y realizar buenas obras en el amor de Dios. En la vida de fe, quien no avanza, retrocede.
Mensaje del Señor Obispo de León, Don Julian, para la Cuaresma
“Permitidme exhortaros a vivir la Cuaresma en profundidad, participando más intensamente en la vida parroquial y comunitaria, en la misa dominical y en la diaria, si podéis, en una más provechosa lectura de la Palabra divina, en una oración personal más prolongada e intensa, en los actos de piedad de este tiempo y, muy especialmente hoy dadas las presentes circunstancias de crisis económica, mediante una vida austera para poder ayudar a quines lo necesitan. La penitencia cuaresmal, es decir, el ayuno y la abstinencia, debe tener una función social añadida, hoy ineludible”
Miércoles de Ceniza
- Convertíos al dios de la gracia y la misericordia
- Misericordia, Señor, hemos pecado
- Practicad la oración, el ayuno y la limosna delante de Dios
Primer Domingo
TENTACIONES. El agua
- El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio
- Señor, enséñame tus caminos. Tú eres el camino
- Actualmente os salva el bautismo
- Déjate guiar por el Espíritu. Ne te dejará caer en la tentación
Segundo Domingo
TRANSFIGURACIÓN. La fe
Cuarto Domingo
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