sábado, 12 de noviembre de 2011

Excursión a la cueva de San Martín en Villamoros


Llegamos a la base
El sábado 22 de octubre de 2011 organizamos una excursión a la cueva de San Martín en Villamoros, del siglo X. En principio iba a ser una salida de dos días al pueblo de Turcia y al de Alcoba, pero acabó siendo solo la tarde del sábado porque... en fin, he de reconocer que es culpa mía, ya que tenía examen de Física y Química, Historia y Francés a la semana siguiente, aunque... pensándolo mejor, ¡fue culpa de los profesores que me dan esas asignaturas! ¡Qué bien!, ya tengo la conciencia tranquila,  jejejeje...


Comienza la subida
Vale, pongámonos serios: la excursión fue muy bonita, aunque el acceso a la cueva era un poco complicado. Quedamos a las 17:30 - 18:00 h. en el parque de Villamoros con los coches para ir desde allí andando a la cueva. Fuimos llegando poco a poco cada uno, nos saludamos, y luego el párroco (D. Ricardo, que dirigía la "expedición") decidió que iríamos hasta el pie de la montaña en coche, le seguimos por unas carreteras "no demasiado aptas para coches" -recuerdo lo que sufría yo por el coche de mi madre, que acababa de llevar al taller- ; finalmente llegamos, y yo temblaba ¡en serio! (por lo dicho anteriormente).

Empezamos a caminar montaña arriba, sin saber muy bien adonde íbamos, disfrutando del paisaje y la compañía. En ocasiones, cuando había una bifurcación del camino, cogíamos la que no era y había que volver... Al fin, llegamos a un punto en el que había que bajar y ya llegábamos a la cueva. Para bajar tuvimos que hacerlo con una cuerda porque estaba bastante empinado.
Bajada a la cueva


Entramos en la cueva poco a poco, algunos solo entraban para ver y salían rápido; otros, nos quedamos más tiempo, atendiendo a la explicación de D. Ricardo: había sido una especie de iglesia que utilizaban antiguamente... , pero los jóvenes pensábamos que era un refugio desde donde disparaban y donde moría gente. No sé qué será en realidad, o qué habría sido.

Don Ricardo en la cueva
Luego, salimos de la cueva, subimos otra vez con ayuda de la cuerda y, cuando llegamos todos arriba, los más cobardes volvieron a los coches y se quedaron esperándonos; los demás, los valientes, seguimos subiendo montaña arriba, hasta la cima; contemplamos las vistas, y bajamos.
Cuando por fin llegamos con los demás, ya estaba empezando a oscurecer. Decidimos ir a merendar-cenar al parque de Villamoros otra vez; de nuevo, carreteras malas, sufrimiento... Llegamos, esperamos un rato porque faltaba alguien por llegar, y luego cogimos unas mesas y unas sillas y comimos el bocadillo todos juntos. Al acabar, los adultos se quedaron hablando y la juventud nos fuimos a jugar: columpios, guerra de hojas...

Fin de la excursión y del día
Llegó el momento de marchar, nos despedimos, y hasta el día siguiente en Misa.


Os dejo algunas foto de la excursión.
© by María (texto)
& Marta (fotos)


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